Familia y honor en La casa de Bernarda Alba
“La casa de Bernarda alba”, libro escrito por Federico García Lorca, narra, unos acontecimientos, que están basados en el concepto “familia y honor”. La familia, un amor entre personas que viven bajo un mismo techo; honor, significado de respeto, obediencia. Por separado son cosas maravillosas, dos palabras que definen muy bien un gran significado para tu vida, imprescindibles, pero a lo largo de los años se han relacionado y han creado un significado en común, un significado que no se puede describir con palabras, porque cada uno tiene el suyo. En este caso Bernarda entiende por familia y honor una serie de actitudes muy poco deseables y para nada honorables.
El libro describe una familia adinerada liderada por una persona, Bernarda, la madre, y una de las protagonistas principales.
Ella, ve la familia como soldados, seres que tienen que obedecer sus órdenes, y no para que ella sea más feliz, ni tampoco sus hijas, lo hace sobre todo por guardar las apariencia ante el resto del pueblo. Se puede demostrar eso con este ejemplo: el marido de Bernarda muere, el padre de las cinco hijas (Adela, Angustias, Magdalena, Martirio y Amelia). Bernarda para honrar a su marido ordena a ella y a sus cinco hijas un luto de siete años, por el fallecimiento de su marido, padre las cinco hijas. Con esto consigue solamente dar una imagen al exterior, a sus vecinos, al pueblo entero, que su familia es la más perfectas de las familias al honrar a su padre fallecido por siete años, siete años los cuales podrían aprovechar para gastarlos en sus vidas.
Este dato, es muy alarmante y cruel, entender familia y honor como castigo de siete años para sus hijas, pero, en la obra se puede observar otro. Bernarda tiene una madre que vive con ella, pero a diferencia de las demás está encerrada, en una habitación atada a la cama, sin apenas comunicación solo con las criadas cuando suben a decirle que se calle o para darle de comer y de beber. Este significado de familia y honor cambia mucho con su madre, se siente avergonzada, e incapaz de dar una buena apariencia pública de su madre. Por eso la esconde, ella dice que la protege, para que no se haga daño, pero más sufre su madre estando sola en su habitación, si ya era un castigo ese supuesto “honor” por el fallecimiento de su padre, ¿el caso de su madre qué es?, simple, por lo que la aguanta es para no dejarla libre y ver cómo se da una mala imagen a la familia que tanto esfuerzo no, tiranía le a costado forjar.
Y te preguntas ese respeto, que tienen las hijas de Bernarda hacia ella no lo tiene ella con su madre, como puede ser, que tú estés inculcando unos valores (muy equivocados e incluso malvados) y luego ella no sea capaz de cumplirlos.
En conclusión, para personas como Bernarda la “familia y el honor”, solo son dos palabras que se resumen en egoísmo. ¿Que pensarán de mí por culpa de mi familia? ¿Qué pensarán de mí si tengo una madre moribunda? ¿Qué pensarán de mí...?
Estos pensamientos, son los que provocan una situación tan desagradable, como los siete años de luto y encerrar a tu propia madre una habitación atada a la cama. Los pensamientos de una tirana que no honra a la familia, sino a ella misma.