#miSinsombrero
En mi familia, se podría decir que ha habido muchas mujeres que podrían considerarse una “sinsombrero”. Hoy, me gustaría hablar sobre una de ellas: mi abuela, Montse.
Nacida en el 46, es la mayor de dos hermanas y madre de dos hijos. Es una mujer alta para su época, con cabello castaño muy corto y piel muy pálida. Tiene una nariz bastante prominente, labios finos y ojos profundos, expresivos tras unas gafas rectangulares.
Anda muy rápido, siempre parece que tenga prisa, y es irónico con la manera tan serena que tiene de hablar. Su sonrisa es cálida, sobre todo cuando se emociona y, por suerte, eso sucede a menudo. Le gusta arreglarse para salir, y siempre usa el perfume de Miss Dior. Cada vez que lo huelo me recuerda a ella.
Tiene paciencia infinita a lo que enseñar se refiere, y con sus nietos es excepcional. Puede ser muy risueña y a veces le cuesta decir cosas “difíciles” sin dar algún rodeo, pero tiene mucho carácter y defiende lo que ella cree justo hasta la muerte.
De mi familia, es de las personas en quien más confío y con quien tengo una relación más cercana por el hecho de poder hablar de todo sin miedo, cosa que creo que no todo el mundo puede hacer con sus abuelos.
Me siento muy afortunada de tener a una abuela como ella, y con la vida que ha llevado creo que merecería ser una Sinsombrero.