#miSinsombrero
Estamos acostumbrados a no reconocer el esfuerzo de las personas, tan solo nos interesa el resultado, y no vemos más allá. Por eso, voy a utilizar esta descripción para no dejar en el olvido a una persona que inconscientemente fue importante para mí, y en su momento no lo valoré.
Me refiero a una profesora que tuve en el colegio, una chica joven y morena, de buen corazón, con la cual me tocó pasar gran parte de mis días. Me gustaba cómo explicaba, y también cómo repetía las cosas que no entendíamos todas las veces que hicieran falta.
Aunque a veces no la soportaba, incluso llegué a desear no verla más. No me gustaba cómo nos hacía esforzarnos más de lo necesario repitiendo “ya me lo agradeceréis”. Pensé que nunca lo haría, pero después de unos años, me doy cuenta del gran esfuerzo que hizo, y de que nunca le agradecí.
Era, y no tengo ninguna duda de que aún es, una persona maravillosa, que sigue dando clases y ayudando todo lo posible. Mi vida no sería lo mismo sin sus explicaciones, y quizás no hubiera sido capaz de llegar al instituto con la seguridad que tuve, o mejor dicho, que ella me dio.