Las mujeres del 27 rompieron con los estereotipos de la mujer
Las mujeres llamadas las Sinsombrero, fueron aquellas señoritas de la generación del 27, y que junto a grandes artistas como Salvador Dalí, Pablo Neruda, Federico García Lorca entre otros, poseían grandes talentos artísticos, pero no les fueron reconocidos por el hecho de ser mujeres. Con el tiempo y cansadas de esto, se reivindicaron contra la sociedad del país, basada en el machismo.
Las principales mujeres sinsombrero, fueron ocho: Concha Méndez (escritora), Marga Gil-Roësset (ilustradora y escultora), Josefina de la Torre (actriz y escritora), Maruja Mallo (pintora), Ernestina de Champourcín (poeta), Rosa Chacel (escritora), María Teresa León (escritora) y María Zambrano (filósofa).
En primer lugar, estas ocho mujeres fueron unas grandes emprendedoras y valientes, sin ser conformistas y, sobre todo, luchadoras, por los derechos de las mujeres y por lo que ellas de verdad querían ser y dedicarse.
En esa época, todo giraba en torno al hombre, se trataba de una sociedad machista, en la cual la inferioridad de la mujer también era elegida por ellos. Por eso, es un gran mérito lo que hicieron, es decir, romper aquellas barreras que existían, aunque solo fuera el principio de algo que actualmente está más igualado. Cada una de ellas, se abrió camino en su campo para darse a conocer nacionalmente y, sobre todo, internacionalmente.
Y pese a que de esa época tenemos más constancia de los hombres, como los nombrados anteriormente, ellas han sido de las pocas que consiguieron ser un poco más conocidas por su talento, ya que creo que ellas mismas rompieron con esos estereotipos.
Es más, la mayoría de las mujeres ni siquiera tenían una figura propia, no eran conocidas por su nombre sino que se les conocía como “la mujer de…”, es decir, delante de una mujer siempre había un hombre.
Además, los historiadores eran siempre hombres y reflejaban la historia basada en su opinión, sin tenerlas en cuenta, y dejando de lado a grandes artistas, incluso mejores que ellos. Por este motivo, tenemos la opinión de que las mujeres tenían una libertad muy limitada, y tenían todo el derecho de poder poner fin a este pensamiento machista.
En conclusión, cada paso que dieron, cada actuación que demostraron, ha permitido un avance en el papel de la mujer dentro del mundo. Ellas, que aún se les tiene en cuenta gracias a sus grandes talentos profesionales y por su fuerza de no conformarse, de tratar de conseguir lo que se propongan, sin temor al qué dirán ni al que harán. Un ejemplo de esto, lo cuenta una de ellas, al explicar cómo fueron apedreadas la primera vez que se les ocurrió quitarse el sombrero.