Amor y muerto
En esta obra, por lo que se muestra en el acto tercero, el amor y la muerte están muy unidas entre sí.
En primer lugar, la tensión entre las tres hermanas principales, Adela, Martirio y Angustias, está a flor de piel por todos los rumores que recorren la casa de Bernarda. Esto lleva a que Bernarda esté aún más severa con sus hijas, y no da espacio a que solucionen sus asuntos por su cuenta.
Describiendo la situación de las tres hermanas, podemos comenzar expresando el profundo amor que siente Adela por Pepe el Romano, y que es correspondido por él de manera pasional.
Por otro lado, tenemos a Angustias, la cual también ama a Pepe pero de una forma más "correcta para la época, aunque con sus deseos pasionales insatisfechos.
Por último, tenemos a Martirio, la cual no ama a Pepe, sino que envidia a sus hermanas por hacerlo y ella quiere sentir algo parecido. A la que envídia con más ahínco es a Adela, ya que ha conseguido culminar la relación con el hombre al que ama, cosa que a Martirio la desquicia por dentro.
El desenlace de la obra teatral es, sin duda, el estallido de rebeldía de estas tres hermanas, acabando con el trágico final del suicidio de Adela por la supuesta muerte de Pepe el Romano, su amor, al no imaginarse la vida sin él.