Libertad y autoridad en La casa de Bernarda Alba
Autoridad y libertad son los dos conceptos más importantes en esta obra. La autoridad es la forma de dominación del otro, y también una manifestación del poder. Con la autoridad se anula la libertad de otra persona.
En la obra, podemos observar que una de las protagonistas, Bernarda, es básicamente la que pertenecería al bando de la autoridad. Su comportamiento es muy dictatorial, y eso implica que prácticamente, no pueda suceder nada relacionado con la libertad. Bernarda, impide a sus hijas, salir al exterior y conocer a otra gente, no les permite estar con otros hombres, no les permite que ninguna persona entre en casa, y mantiene a sus hijas como esclavas trabajando en su casa. Este comportamiento tan autoritario, provoca que sus hijas le vayan cogiendo mucho rencor a su madre, haciendo así una alianza entre algunas hermanas, para protegerse mutuamente e intentar evitar ese comportamiento de Bernarda sobre ellas. Por lo tanto, la autoridad, conduce a un conflicto total en la casa, donde podríamos distinguir dos bandos: El de algunas hermanas, y el de Bernarda. Prácticamente, esa casa es como una guerra, por ejemplo, ocultando secretos, viéndose con hombres fuera de casa, en general, infringiendo las normas de Bernarda en su casa.
Por otra parte, la autoridad implica muchas más tensiones en la familia y desequilibra a todas las mujeres emocionalmente. María Josefa, la madre de Bernarda, está encerrada en una habitación todos los días. Aproximadamente, tendrá unos 80 años y tiene un trastorno mental con querer ser madre. Es como si en la casa faltara el amor de una madre, puesto que Bernarda actúa como un padre, es decir, representa los valores patriarcales, la violencia, la intolerancia, el acoso, la dominación, etc.
La madre de Bernarda, en una de las escenas, coge una oveja en las manos, como si fuera su hijo, viendo así su gran deseo de ser madre. En sus hijas, en cambio, podemos observar, que Martirio, la hermana mayor, siempre está vigilando a la hermana pequeña, Adela. La sigue, la espía, le pregunta cosas constantemente, etc. Eso provoca que Adela, se esconda de ella, para poder tener así un poquito más de intimidad. Por lo tanto, la represión de la autoridad provoca desconfianza entre las hermanas.
En relación con la libertad somos libres cuando no hay ninguna persona o emoción que te impide hacer tu voluntad. Analizando el concepto “libertad” con la obra, podemos encontrar que la libertad es el principal o mayor deseo de todas las hermanas. Todas y cada una de ellas, intentan salir de esa cárcel, y poderse relacionar con otras personas, hacer cosas que hace todo el mundo, hacer rutina, es decir, tener una vida cotidiana tranquila, sin conflictos, ni autoridad, ni maltratos. Otro tema importante en la obra, es la sexualidad. La mayoría de las hermanas son vírgenes, y están reprimidas sexualmente. Una de las culpables de esta represión es la religión. La falta de libertad para desarrollar la sexualidad provoca celos entre las hermanas por culpa de Pepe El Romano.
Personalmente, pienso que el comportamiento de Bernarda no es adecuado. Las hijas y los hijos están para disfrutarlos y pasar tiempo con ellas. Sí que es verdad, que en esa época eso no era así, y es por eso entiendo el comportamiento de las personas en la obra.
Puede ser que Bernarda, sea controladora, dictadora, etc. provocando así mucho miedo en la casa, pero quizá, su intención sea proteger a sus hijas. Seguramente ella conoce a los hombres, y conoce su comportamiento. Ella estuvo con su marido durante mucho tiempo, y esté dolida. Todo ese dolor y rencor podría haber cambiado completamente a una persona como Bernarda, que ahora piensa que los hombres son personas miserables y egoístas. Por esto, intenta que sus hijas no pasen por lo mismo que ella.
Por otra parte, creo que sus hijas tendrían que cambiar su comportamiento. No tendrían que vigilarse mutuamente, ni marginar a algunas hermanas, sino que tendrían que unirse todas y formar una piña inseparable.
Retomando el tema de la relación con su madre, es verdad que sus hijas tienen derecho a ser felices con un marido e hijos, pero no por eso, deben abandonar a su madre y despreciarla.
En fin, es verdad que algunas personas no sean muy amables, sean insoportables e intratables con las demás, pero no por eso, esas personas no puedan tener su lado bueno. Y yo creo que Bernarda es una de esas personas, esas personas que son muy malas, como la brujas en los cuento de niños, pero quizá lo único que necesita es un poco más de cariño por parte de sus hijas, e intentar que sus hijas también cumplan su sueño de ser felices.