De Fernando de Rojas a Eduardo Mendoza
Poetas renacentistas
Quiero, pues, que este nuestro cortesano sea de buen linaje, que tenga buen ingenio, y sea gentilhombre de rostro y una buena disposición de cuerpo y alcance una cierta gracia en su gesto. Que sea conocido entre los demás como audaz, fuerte y leal al principio que sirve. Que sea, como suele decirse, hombre de bien, es decir: prudente, bueno, valiente y dueño de sí mismo. [...] Que sea maestro en todos los ejercicios propios de un guerrero [...]. Quiero que el cortesano sea más medianamente instruido en las letras, en particular, en las que se denominan bellas letras; que sepa no solo lengua latina sino también griega [...] y, además, diestro en escribir en prosa y en verso, principalmente en nuestra lengua vulgar [...]. No estaré satisfecho de nuestro caballero si no es músico y si, además de la capacidad y hábito de leer su partitura en el libro, no sabe tocar instrumentos diversos [...]. Quiero que nuestro cortesano sea un perfecto caballero en todos los aspectos.​
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BALTASAR CASTIGLIONE: El cortesano. Cátedra.